El ecosistema de la inversión de impacto se construye día a día con quienes trabajan distintas formas de vincular la economía, las finanzas, la gestión, la empresarialidad con la conciencia, la intencionalidad y la gestión de finanzas sostenibles. Finalmente, se trata de generar impacto con retorno financiero y retorno en mejora de la sociedad y el ambiente.
Articular entre los actores del ecosistema es fundamental para conocer las formas que puede tomar la inversión de impacto en un país o una región. Conocer las necesidades, las potencialidades, las características y funciones de cada actor y sus interrelaciones.
“La inversión de impacto se define como una inversión que tiene un impacto financiero, social y ambiental medible e intencional” explicó Paola Fonseca, directora de Impacto de VIVA Idea y expositora en el primer Programa Ejecutivo de la Fundación IES, llamado Cocreación para el impacto, en el que se destinó al tema “El futuro de la inversión de impacto en Bolivia”.
Para Felipe Symmes, líder de Extensión Académica de VIVA Idea y profesor e investigador del EGADE Business School, “tenemos que ir más allá del voluntarismo, más allá de solo querer hacer cosas. Dejar de ver nuestros contextos llenos de pobreza e informalidad y verlos como los lugares donde podemos ser competitivos en la economía global”.
En tres días, con tres temáticas y énfasis distintas, se abordó en profundidad todo lo relacionado con un ecosistema diverso y comprometido. La mirada desde las organizaciones de apoyo, desde inversionistas y desde empresas fue integrada en una conversación constructiva para delinear el futuro de la inversión de impacto en la región.
Día 1. Conciencia
Las organizaciones de apoyo notaron que hay que detonar nuevas ideas y nuevas formas de abordar la inversión de impacto para hacerla crecer, incentivarla y que pueda cum plir su propósito, que es generar negocios con la sostenibilidad en el centro.
El progreso social no se mide desde el crecimiento económico, sino en la satisfacción de necesidades, en el bienestar que pueda generarse en las comunidades. Allí la oportunidad es fomentar cada vez más el desarrollo del emprendurismo social que pueda dar soluciones a los problemas reales que se viven localmente.
Se trata, finalmente de agregar valor en la búsqueda del impacto, identificar las oportunidades que pueden crearse en los contextos donde son necesarias.
Día 2 intencionalidad
La convocatoria a financiadores e inversionistas buscó explorar desde su visión cuáles son los principales desafíos, los retos y las oportunidades de la inversión de impacto.
Existen distintas alternativas y esquemas de financiamiento, pero en los contextos complejos que vivimos hay que encontrar el valor.
La experiencia desde la filantropía y desde el sector financiero debe aprovecharse para afinar esquemas nuevos, centrados en el impacto, y que resulten atractivo para las partes participantes. La experiencia de impacto de la filantropía y la experiencia netamente financiera de la banca son nutrientes para explorar con creatividad.
El foro repasó alternativas y esquemas de financiamiento que se han desarrollado de manera innovadora, tanto desde el punto de vista de la banca, con bonos especializados u otros mecanismos, como de otras entidades proveedoras de capital.
Día 3 Gestión
Con representantes del sector empresarial y emprendedor, el tercer días buscó integrar el mercado propiamente y explorar el impacto para poder escalar.
El valor de mercado del impacto es fundamental para que los emprendedoras puedan otorgar resultados a la sociedad, con acciones directamente vinculadas al corazón del negocio.
Las empresas sociales tienen en el corazón de su negocio la sostenibilidad y allí radica su potencial de impacto y que, con escalamiento y financiamiento, pueda desbloquear su potencial.
Para estos actores, llegar al financiamiento sin dejar la esencia de impacto ambiental por las metas económicas es fundamental y para ello hay que conocer la inversión de impacto y sus organizaciones, que ayudan a mantener la esencia.
El Programa Ejecutivo de IES fue una capacitación completa para conocer todo el ecosistema, integrar conocimiento, conocer posibles aliados y un espacio de diálogo como espacio previo a VCILAT de Santa Cruz en agosto.
Queda claro que hay organizaciones, hay herramientas y hay personas con el compromiso de llevar adelante la inversión de impacto. Y, sobre todo, hay desafíos, hay también dudas, hay cuestionamientos, hay propuestas, hay creatividad.
El futuro de la inversión de impacto no vendrá solo, se construye desde ya en la interacción de las partes involucradas para ser una realidad cada vez más potente en todas nuestras regiones.