Herramientas como LEAN Evaluation tienen el potencial de medir el desempeño de las mipymes con autodiagnósticos, pero también generar información valiosa para inversionistas y proveedores de capital.
Uno de los grandes problemas de las empresas o emprendimientos en Centroamérica es el acceso a la financiación. Ya sea en forma de crédito para el desarrollo o simplemente como inversión desde fondos de capital públicos o privados, el parque empresarial no logra captar ese financiamiento, aunque realmente no es imposible.
¿Cómo puede acceder una micro o pequeña empresa, no solo al crédito, sino a espacios de inversión de riesgo, por ejemplo? ¿Cómo puede un emprendimiento desbloquear el capital para poder crecer o escalar su modelo de negocio?
La respuesta no es sencilla, pero sí hay algunas recomendaciones interesantes que pueden orientar a emprendedores a acceder a ese capital, más allá del crédito.
Las organizaciones VIVA Idea, una fundación que promueve la inversión de impacto y la visión de futuros sostenibles a partir de la cocreación de valor desde el mercado, Invermaster, un fondo de inversión de capital de riesgo, la Cátedra en Sostenibilidad VIVA Idea Schmidheiny, del INCAE Business School, y CENPROMYPE, el Centro Regional de Promoción de las Mipymes, expusieron algunos de sus hallazgos en diversos trabajos, sobre el acceso al capital de inversión para las micro y pequeñas empresas de la región.
VIVA Idea expuso “LEAN Evaluation”, una herramienta metodológica que diagnostica empresas, les brinda capacitación, aceleración y mentorías para escalar, creada en colaboración entre las empresas Invermaster, Bluetools y la Cátedra en Sostenibilidad VIVA Idea Schmidheiny. Esta metodología ya ha sido implementada con éxito en empresas de diferentes sectores en Costa Rica, por medio de un proyecto del estatal Sistema Banca para el Desarrollo (SBD).
LEAN Evaluation, además de brindar valor a las mipymes, las pone en forma para enfrentar conversaciones con proveedores de capital y, paralelamente, genera información valiosa para esos fondos en su búsqueda de cartera de beneficiarios.
Tal como lo explicó Luis Cuenca, profesor de INCAE Business School, LEAN Evaluation es una “solución integrada que busca genera información de las mipymes, en un mercado que sufre de cierta dificultado u opacidad. Se busca que estén las empresas estén listas para recibir inversión y escalar su modelo de negocios. Estamos avanzando en la construcción de una plataforma de autodiagnóstico y que también produzca datos”, explicó.
Además, Cuenca dijo que esa herramienta, “permitirá a las mipymes obtener autoevaluación tridimensional (en ámbitos financieros, estratégicos y de sostenibilidad), consultoría especializada, mentoría y capacitaciones. Por otro lado, para los proveedores de capital la herramienta brinda un perfil preciso, según región, industria y demás de cada empresa y una base de datos en tiempo real que les ayudaría a definir inversiones”.
Por otra parte, Roberto Ponce, presidente de Invermaster, expuso la necesidad de que las mipymes tengan su información lista a la hora de buscar inversionistas. “Muchas llegan a solicitar reuniones y contacto para entrar en conversaciones de inversión y luego cuando se les solicita la información detallada sobre su propia empresa, no la tienen”, dijo.
Según Roberto, muchos fondos o proveedores de capital, no necesariamente bancos, tienen el capital para invertir en la región pero que les cuesta colocarlo. Es decir, les cuesta encontrar empresas beneficiarias en donde puedan invertir.
Esto muestra que “gran parte de la problemática de acceso al capital está en que las micro empresas no tienen a disposición la información de su propio desempeño económico y financiero y no solo eso, sino de su desempeño y modelo de negocio en general”, insistió Ponce.
Para David Cabrera, director ejecutivo de CENPROMYPE, existe una fuerte necesidad de tener diagnósticos apropiados y rápidos para las mipymes que buscan escalabilidad. “Millones de empresas formales que ya hay en la región, buscan esa escalabilidad pero no saben por donde”. Ademas, Cabrera añadió que “una herramienta que genere esa información y que ayude a la escalabilidad de las mipymes hay que tenerlo muy en cuenta, especialmente si está contrastado con los usuarios y beneficiarias finales que son las propias mipymes pero contratada por los fondos, en ese sentido una herramienta como LEAN Evaluation sería muy útil. Esto va a generar, no solo confianza en la herramienta de diagnóstico, sino también la confianza en el inversor y, por lo tanto, un esquema unificado”, explicó.
En la actualidad, en el mundo existe una brecha entre el financiamiento actual y la necesidad real de financiamiento de las mipymes de cerca de 5 trillones de dólares. Además, según estudios de CENPROMYPE, el 83% de las empresas en Centroamérica está compuesto por microempresas de entre 1 y 10 empleados o en economía de subsistencia. El mismo estudio estima que el 38% de las empresas que necesitan financiamiento no se acercan a una entidad financiera por temor a no recibirlo y que el 85% de las empresas de la región están por fuera de los servicios tradicionales de financiamiento, como la banca.
Para Urs Jäger, director ejecutivo de VIVA Idea, el punto central es lograr identificar o alcanzar el potencial de crecimiento de las mipymes en la región. “Estamos creando una herramienta que permita a las empresas identificar su propio potencial de crecimiento tanto desde el punto de vista financiero, como estratégico y de sostenibilidad”, explicó Jäger, también profesor en INCAE Business School.
Ese crecimiento no se puede alcanzar por sí solos, agregó Jäger. Ninguna organización puede crecer sola, es necesaria la articulación, la cocreación, la participación conjunta entre emprendedores, proveedores de capital, articuladores del mercado con la participación de los Estados como reguladores y facilitadores de ese proceso. Al final, “el objetivo de todos es el desarrollo de la región, el progreso social y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas y el mercado puede ayudar a eso”, enfatizó.
“La realidad es tan compleja que no hay un único actor que pueda definir y desarrollar una solución. Necesitamos diferentes actores. Esos actores son las empresas, los bancos, las instituciones de desarrollo, los fondos privados, patrimonios familiares y hasta las asociaciones de desarrollo o entidades diversificadas en toda la región que tienen incidencia local”, concluyó el director ejecutivo de VIVA Idea.
En esa realidad compleja aparece el concepto de inversión de impacto, como un catalizador de la inversión que puede generar ese triple beneficio que buscan diversos actores en Centroamérica. La inversión de impacto es aquella que busca retorno financiero y que, además, también busca que se beneficien comunidades con impacto positivo en el ambiente y la sociedad que sea medible y cuantificable.
Paola Fonseca, directora de Impacto de VIVA Idea, explicó que “ese es el futuro de la inversión, y está creciendo en todo el mundo, porque es una inversión que premia el escalamiento, el potencial de crecimiento, enraizado en sus comunidades, con inclusión social, con la mirada puesta en la sostenibilidad y el desarrollo local”.
En la inversión de impacto puede percibirse, según las organizaciones impulsoras de la herramienta LEAN Evaluation, una posibilidad de acceso a capital. “Si la empresa tiene su información financiera detallada, su información de estrategia y modelo de negocio y, además, la información del impacto que creará en su localidad o región, con mediciones concretas, tendrá un lugar privilegiado para enfrentar fondos de capital que promueven la inversión de impacto”, señaló Fonseca.
Esa inversión que tiene intencionalidad, que busca rendimiento económico y que busca también el desarrollo del entorno en el que se realiza, es una de las grandes potencialidades de una región que tiene regulaciones al respecto, que pueden mejorar, y que tiene potencial por su riqueza y diversidad.
Para Centroamérica la inversión de impacto es una oportunidad que se abre a partir de la necesidad del mundo de transitar hacia futuros sostenibles y, simultáneamente, continuar generando negocios redituables.