7 de junio de 2024. Las desigualdades sociales en Costas Rica deben reducirse y el país tiene la posibilidad de avanzar con políticas adecuadas, frente a las oportunidades y desafíos que se plantean en la región, opinó Francisco Javier Urra, representante en Costa Rica del BID.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) considera a Costa Rica como un modelo a seguir en la región, destacando su potencial para convertirse en un proveedor de soluciones globales. Francisco Javier Urra, representante del BID en Costa Rica, enfatiza que el país debe superar ciertos desafíos y aprovechar sus fortalezas para alcanzar este objetivo.
Francisco Javier Urra brindó una visión sobre las necesidades del país para mantener su trayectoria de crecimiento y desarrollo. Según el BID, Costa Rica es un ejemplo destacado en la región. Urra afirmó: “Costa Rica se distingue por su sólido crecimiento económico, su sistema democrático e institucional estable y su fortaleza ambiental. Es un país con una economía abierta que ha logrado combinar un estado de bienestar sólido e integrado a cadenas internacionales de valor”.
En comparación con otros países de América Latina, Costa Rica supera el promedio regional con un crecimiento económico que supera los tres puntos porcentuales. Las zonas francas son uno de los principales motores de este crecimiento. Urra destacó que, a pesar de la situación fiscal actual, lo relevante es la rapidez con la que Costa Rica pudo revertir una situación complicada incluso antes de la pandemia.
Sin embargo, Urra identificó varias “dos Costa Ricas” que evidencian las desigualdades en el país. Estas incluyen las diferencias territoriales entre la costa y el valle central, las disparidades de género, las brechas generacionales con la juventud enfrentando menos oportunidades debido a una baja en educación, y las divisiones en el sector privado entre las empresas exportadoras y las pequeñas y medianas empresas (mipymes) con limitado acceso a oportunidades.
El contrato social costarricense es un elemento intangible pero real que ha sido fundamental para el desarrollo del país desde principios del siglo XX. Urra destacó que este contrato social no ha desaparecido, pero enfrenta grandes amenazas. “La educación y la seguridad ciudadana son dos de los elementos más complejos que deben abordarse”, dijo.
Urra también resaltó que América Latina, y Costa Rica en particular, se encuentran en un momento de oportunidad significativa debido tanto a ventajas propias como a desventajas globales. “Pensamos en América Latina como una región necesitada de inversión, pero si lo vemos a distancia, tenemos un mundo con conflictividad en Europa y tensiones geopolíticas en Oriente Medio. En contraste, América Latina y el Caribe son regiones de paz, lo que presenta una oportunidad con la reorientación de cadenas de valor y el nearshoring”, explicó.
Desde el BID, el objetivo es destrabar las paradojas que limitan el potencial de Costa Rica, luchando contra las brechas y promoviendo la plena potencialidad del país. “Nuestra visión es que América Latina en general y Costa Rica en particular pueden ser proveedores de soluciones globales. Costa Rica ya lo ha demostrado en temas de cadenas de valor y acción climática”, afirmó Urra.
Roberto Artavia, presidente de VIVA Idea y de la Junta Directiva de INCAE Business School, añadió una perspectiva complementaria durante el Encuentro Costa Rica. “El futuro de Costa Rica depende de tomar medidas inmediatas para aprovechar su potencial y evitar una caída en los índices sociales, ambientales y productivos”, señaló Artavia, subrayando la importancia de abordar los desafíos mencionados por Urra.
La visión del BID para Costa Rica y América Latina se centra en convertir a la región en un proveedor de soluciones globales en un contexto de reordenación geopolítica y cadenas de valor. Costa Rica, con su trayectoria de éxito en sostenibilidad y crecimiento económico, está bien posicionada para liderar este esfuerzo.
El rol de Costa Rica es ser un ejemplo en el mundo de cómo hacer ciertos cambios como la carbononeutralidad, pero en adaptación al cambio climático el país está un poco rezagado. Debe adaptar la economía, sociedad, infraestructura a lo que se viene del cambio climático, explicó Claus Kruse, director de proyectos, Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH.
“Esto no significa que podemos dejar la mitigación de lado, sino que hay que enfrentar a la mitigación y la adaptación al cambio climático”, consideró Kruse. Este es un punto medular del futuro próximo de Costa Rica.
Kruse dijo, además, que el paradigma de las relaciones bilaterales entre Alemania y Costa Rica ha cambiado y que antes “Alemania apoyaba a Costa Rica”, pero ahora la visión es más “Alemania y Costa Rica son aliados en temas globales”.
Urra explicó que el Banco se centra en las áreas que se pueden mejorar. Ven problemas de infraestructura, acceso al sector privado para empresas pequeñas y medianas y un deterioro del contrato social. Costa Rica sigue por delante de la región, estamos en una situación que exige acción pero que se puede revertir. Vemos desafíos y vemos situaciones en las que hay oportunidades, concluyó el representante del BID.