29 de mayo 2024. Las redes interorganizacionales están transformando la manera en que las organizaciones en América Latina abordan los grandes retos globales, integrando a fundaciones, empresas y comunidades en un esfuerzo colaborativo que optimiza recursos y fomenta soluciones sostenibles. Además, se destaca cómo los brokers estratégicos facilitan estas conexiones, impulsando un impacto social y ambiental duradero a través de modelos innovadores de coordinación y liderazgo.
Durante décadas las organizaciones sociales de impacto en América Latina han realizado su trabajo siguiendo diversos modelos de acción en terreno. Una investigación de posgrado a cargo de Jose Valverde, director ejecutivo de VIVA Idea, muestra cómo la Fundación AVINA y las organizaciones integrantes de Redes Chaco han logrado aplicar y desarrollar un modelo de “redes organizacionales” que lleva el impacto a un nivel superior.
El concepto de redes interorganizacionales está revolucionando la manera en que las organizaciones enfrentan los grandes retos globales, ya que la colaboración entre múltiples actores, guiada por intermediarios clave, optimiza recursos y fortalece impactos, así como también permite incluir diversas perspectivas y conocimientos, creando soluciones más efectivas y sostenibles.
Aunque estos conceptos no son nuevos en su aplicación, puesto que explican comportamientos que ya son aplicados al terreno, su estudio y aplicación conciente apenas es incipiente.
La literatura científica define a las redes interorganizacionales como sistemas de colaboración donde organizaciones completas, en lugar de individuos, mantienen relaciones estructuradas entre sí para alcanzar objetivos comunes. Estas redes permiten a las entidades aprovechar recursos y fortalezas compartidas, facilitando la coordinación y el liderazgo por medio de estructuras específicas y la intermediación de brokers que conectan actores y fomentan la colaboración efectiva.
José Valverde, director ejecutivo de VIVA Idea y doctor en estudios organizacionales y teoría de la cultura de la Universidad de St Gallen, Suiza, destacó en su investigación doctoral cómo estas características han obligado a las organizaciones a repensar sus estrategias de colaboración, pasando de un enfoque interno a uno que favorece la creación de redes interorganizacionales. “Las organizaciones ya no pueden operar en silos si desean enfrentar con éxito estos desafíos globales. Deben aprender a trabajar en redes, aprovechando las fortalezas y recursos de diversas entidades”, afirmó Valverde.
Los brokers igniters o intermediarios
Los “intermediarios” en la acción comunitaria en terreno son llamados “brokers estratégicos” o “brokers igniters”. Estas personas u organizaciones facilitan la creación, coordinación y sostenibilidad de redes interorganizacionales. Además, conectan a diversas organizaciones, gestionan la financiación necesaria para la red, empoderan a los miembros, permiten la generación de agendas colaborativas y disminuyen su participación una vez que la red se ha consolidado y puede operar de manera autónoma.
Para comprender plenamente el papel de los brokers o intermediarios en las redes interorganizacionales, es esencial reconocer que estos intermediarios operan entre al menos tres actores que interactúan.
José Valverde explicó que los brokers pueden adoptar dos comportamientos fundamentales. “El primero es el de transmitir información o recursos de un actor a otro sin generar una conexión directa entre ellos” detalló Valverde.
Un ejemplo típico de este comportamiento se observa en el trabajo de un bróker financiero o de bienes raíces, donde el intermediario facilita la transacción sin necesariamente conectar a las partes involucradas.
El segundo comportamiento se manifiesta cuando el broker genera conexiones directas entre los actores. Valverde ilustró este punto diciendo que “un bróker puede presentar a dos actores que no se conocían y facilitar una nueva colaboración, o identificar oportunidades de trabajo conjunto entre actores previamente conocidos”.
Ambos tipos de comportamiento son cruciales para el éxito de las redes interorganizacionales, ya que permiten no solo el flujo de información y recursos, sino también la creación de nuevas oportunidades de colaboración y sinergia entre los diversos actores de la red.
Para José Valverde, el papel de esos intermediarios “es crucial para establecer conexiones valiosas y fomentar una colaboración efectiva que maximice el impacto y la sostenibilidad de la red” y fue parte esencial de su trabajo de tesis con el que obtuvo el grado de doctor en estudios organizacionales y teoría de la cultura de la Universidad de St Gallen, Suiza.
Para VIVA Idea este trabajo es fundamental, pues es parte del aporte al Ecosistema VIVA, compuesto por Masisa, Fundes, Fundación Avina, Marviva y VIVA Idea, en agregar conocimiento al aporte empírico de las organizaciones en sus proyectos en terreno.
Para Urs Jäger, director de Investigación de VIVA Idea y profesor de INCAE Business School, este tipo de investigación busca en la raíz del impacto “elementos que puedan ser clave en la acción de las organizaciones para poder replicar modelos en otros proyectos y regiones, así como sistematizar los aportes a la sostenibilidad y el progreso social más allá del impacto en sí mismo.
“Esto es utilizar la investigación-acción en nuestras propias organizaciones para entender, proyectar y escalar el impacto que ya de por sí es grande en los proyectos que gestionan”, explicó Jäger.
La evolución hacia redes interorganizacionales
Las redes interorganizacionales pueden entenderse de manera similar a nuestras redes personales, con la diferencia de que en lugar de individuos, se trata de organizaciones completas que mantienen relaciones entre sí. Este modelo de colaboración no solo es relevante para organizaciones con fines de lucro, sino también para aquellas sin fines de lucro.
Ejemplos notables en el sector comercial incluyen alianzas tecnológicas como la de Sony, Toshiba e IBM para desarrollar el procesador Cell, y redes de distribución como las de Walmart y Amazon. En el sector sin fines de lucro, destacan redes como Médicos Sin Fronteras y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que coordinan esfuerzos en múltiples países para responder a emergencias y desastres.
“Estas redes, ya sean del sector comercial o sin fines de lucro, requieren estructuras específicas para coordinarse y liderarse de manera efectiva. La shared governance, la lead organization y la network administrative organization son tres tipos de estructuras que facilitan esta coordinación”, explicó Valverde.
Para coordinar de manera efectiva las redes interorganizacionales, es esencial comprender las estructuras que pueden facilitar esta colaboración. José Valverde explicó que existen tres tipos principales de estructuras de coordinación.
“La primera, llamada ‘shared governance,’ se caracteriza por otorgar voz y voto a todos los miembros de la red en el proceso de toma de decisiones, fomentando así la inclusión y la participación equitativa de todos los actores involucrados”.
La segunda estructura, conocida como “lead organization”, tiene como característica principal la presencia de una organización líder dentro de la red. Valverde aclaró que “esta entidad puede ser seleccionada democráticamente por los miembros de la red o impuesta por un financiador externo”.
Finalmente, la “network administrative organization” se diferencia de la estructura anterior en que la organización líder no es miembro de la red, sino una entidad externa que puede ser elegida democráticamente o designada por un financiador.
Más allá de las estructuras formales de coordinación, Valverde subrayó la importancia del liderazgo en la gestión de estas redes. “La interconexión entre organizaciones, junto con la ausencia de líneas de mando claramente definidas, resalta la importancia de las relaciones interorganizacionales”, señaló Valverde.
En este contexto, los conceptos tradicionales de liderazgo jerárquico resultan ineficaces. “Se hace indispensable adoptar el rol de broker, un intermediario que facilita las conexiones, el flujo de información y la colaboración entre los diversos actores de la red,” añadió el investigador.
Este enfoque no solo mejora la eficiencia de la red, sino que también asegura un liderazgo adaptable y resiliente frente a los desafíos complejos que enfrentan estas organizaciones.
El gran ejemplo latinoamericano
Redes Chaco representa un caso destacado de cómo las redes interorganizacionales pueden aglutinar fundaciones, empresas y organizaciones de base comunitaria para visibilizar temas cruciales para el progreso social y promover acciones colectivas en el Gran Chaco Americano. Esta red de redes tiene como objetivo generar gobernanza efectiva a través de la colaboración entre diversos actores.
El Gran Chaco Americano es un bioma de gran importancia global debido a su contribución a la salud del planeta, su diversidad biológica y su riqueza cultural. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos como la degradación ambiental, la pérdida de biodiversidad y altos índices de pobreza. Estos retos requieren una atención y acción concertada, y es aquí donde Redes Chaco desempeña un papel fundamental.
El propósito de Redes Chaco es ser un agente activo en la defensa, desarrollo y preservación del territorio, promoviendo y protegiendo las conexiones esenciales entre los diversos hábitats, especies y culturas que conforman sus ecosistemas. Desde su creación en 2008, como resultado de una iniciativa colaborativa entre varias organizaciones de la sociedad civil, Redes Chaco ha trabajado para posicionar al Gran Chaco Americano como un espacio biocultural único con una identidad que trasciende las fronteras nacionales.
Redes Chaco se ha establecido como una plataforma que conecta a una amplia gama de actores del territorio, incluyendo organizaciones de la sociedad civil, gobiernos locales, empresas, comunidades y pobladores. Esta red facilita el intercambio de aprendizajes, conocimientos y estrategias, contribuyendo a la creación de un impacto colectivo que aborda los desafíos del Gran Chaco Americano de manera integral y sostenible.
Desafíos y estrategias para liderar redes interorganizacionales
Trabajar en redes interorganizacionales trae consigo varios retos. Las líneas de mando no están claramente definidas, el manejo de recursos es complejo debido al número de actores involucrados, y el financiamiento de la red puede transformarse en un reto significativo. Además, establecer, escalar y mantener estas redes a través del tiempo requiere de una cuidadosa planificación y liderazgo.
Para superar estos desafíos, Valverde subraya la importancia de adoptar roles de brokerage en lugar de los clásicos modelos de liderazgo jerárquico. “El broker se convierte en un intermediario vital que no solo conecta actores y recursos, sino que también genera conexiones directas entre ellos, facilitando la colaboración y el flujo de información”, añadió.
El broker igniter, una figura identificada en el trabajo en terreno de las organizaciones del Ecosistema VIVA, es crucial en este proceso. Su función es conectar a otros brokers, financiar el establecimiento de la red, empoderar a los miembros de la red, permitir que los actores generen su propia agenda y disminuir su participación una vez que la red toma vida propia.
Impacto y sostenibilidad de las redes interorganizacionales
Para que las redes interorganizacionales tengan un impacto sostenible, es necesario que los brokers dentro de la red ejecuten varias actividades clave: conectar diversas organizaciones para formar consorcios, manejar las relaciones con los fondeadores, promover colaboraciones entre proyectos y reactivar conexiones previas para continuar el impacto más allá de los ciclos de financiamiento establecidos.
“Estas redes permiten afrontar de manera más efectiva la alta complejidad, la incertidumbre radical y las dificultades inherentes a los grandes retos globales. Al incluir la voz de las comunidades en los procesos de cocreación de soluciones, se garantiza una mayor apropiación y sostenibilidad del impacto”, concluyó Valverde.
Para VIVA Idea, la investigación de José Valverde muestra la necesaria comprensión del impacto de las redes organizacionales en América Latina. La investigación no solo resalta la necesidad de nuevas formas de liderazgo y colaboración, sino que también ofrece un marco práctico para que organizaciones de diversos sectores puedan unirse y enfrentar conjuntamente los desafíos globales.
“Esta es parte de la visión que implementamos en VIVA Idea”, explicó Urs Jäger y aladió que “utilizamos la investigación no solo para comprender el contexto, sino también para proponer herramientas y soluciones a los problemas que enfrenta la población y que pueden aplicarse eficazmente en el terreno”. Eso, explicó el director de Investigación, agrega valor al impacto desde la investigación y el conocimiento.
VIVA Idea es una organización dedicada a promover el progreso social y la sostenibilidad en América Latina, utiliza el conocimiento para potenciar el impacto mediante investigación y la creación de herramientas que permiten escalar acciones específicas.
Con más de una década de investigación en la región, VIVA Idea ofrece soluciones basadas en un profundo entendimiento del contexto, diseñadas específicamente para empresas y organizaciones que quieran elevar su impacto en terreno. Estas estrategias integran la sostenibilidad como una ventaja competitiva, partiendo de la premisa de que el conocimiento aplicable y las alternativas a los desafíos actuales deben generarse desde el contexto, utilizando investigación y tecnología.
VIVA Idea dispone de herramientas digitales que le permiten ofrecer consultorías a empresas y actores en diversas localidades de América Latina, ayudándoles a identificar dónde es más necesario su impacto, cómo alinear a actores con objetivos diferentes y cómo entender el potencial de impacto de la empresa.